Acabo de terminar hoy la refrescante lectura del libro Nuevo Alfabeto Ruso (título original: Новый русский букварь), escrito por Katia Metelizza y traducido por Marian Womack para la editorial Demipage.
Este pequeño tomo de unas 150 páginas contiene una gran fuente de verdades rusas y humanas, observaciones sobre los detalles cotidianos de la vida de la gente (especialmente de la gente rusa) que harán las delicias de cualquiera que, como una servidora, haya tenido la oportunidad de vivirlos de cerca. Además, para cualquier persona interesada en algo más que la verborrea política incesante sobre bolcheviques y mencheviques y zares y perestroikas, este libro le abrirá una ventana a los placeres y las preocupaciones de cualquier ruso de a pie. Desde las salchichas a las casas de campo, desde el control de pasaporte a los frigoríficos ajenos, desde el corte de agua anual hasta las tiendas de delicatessen, ¡queridos camaradas, this is Russia!
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