sábado, 16 de enero de 2010

La conquista


     "Yo sabré conquistarte, y sé que algún día llegarás a amarme", afirma medio convencido el amante incorrespondido de telenovela. Conquistar. ¿Qué es conquistar? Se conquista un territorio libre, o uno cuyos habitantes no quieren ver su tierra ocupada. ¿A qué lumbreras, entonces, se le ocurrió esa expresión? ¿Qué tiene de romántico avasallar a una mujer hasta que por fin ella se rinda? ¿Puede un amor obligado ser amor de verdad? Una mujer conquistada no quiere por amor, sino por aburrimiento. "Fui a su portal cada noche durante ocho meses hasta que por fin accedió a casarse conmigo". Qué romántico... ¿y no cree usted, incansable galán, que si ella hubiera querido verdaderamente casarse con usted no habría tardado ocho meses de noches sin tregua en decidirlo? Lo peor es que las mujeres cedemos, muchas veces no tenemos la fuerza de decir "lo siento pero no, ni ahora ni nunca, y como te vuelva a ver mañana aquí llamo a la policía". No, por el contrario, nos autoconvencemos de que es un chico simpático que nos quiere como nunca nadie lo ha hecho. 


     Pues desde aquí declaro la guerra a todos los conquistadores del mundo, porque cada persona tiene un corazón libre que no debe admitir invasiones ni asedios, sino que debe poder abrirse, salir, explorar y algún día,quizá, acordar una anexión voluntaria. Mientras tanto, mujeres, ¡atrincherad!

No hay comentarios: